Almejas a la marinera
Se me acumulan las recetas que tengo para compartir! La primera, estas almejas. El pasado mes de octubre se casó una amiga mía de toda la vida (¡desde los 16!) en Galicia, concretamente en Vilanova de Arousa. El banquete, os lo podéis imaginar: marisco en grandes cantidades acompañado del mejor vino de la zona, Albariño. Entre los platos que degustamos estaban las Almejas a la marinera, muy ricas, como todo, pero a mi las más me gustaron fueron las que preparó al día siguiente Carmen, la madre de mi amiga (que también se llama Carmen :)), en casa. Recetas de almejas a la marinera, al estilo gallego, hay muchas, seguro que tantas como casas en Galicia, pero yo os dejo la que me dio Carmen (inmensa Carmen), a la que desde aquí le mando un abrazo muy fuerte, tanto para ella como para el resto de la familia, ya que cada vez que he ido a su casa, me han hecho sentir como una más. Gracias :).
Como en todos los casos, la matería prima es muy importante, pero aquí, si cabe, más. Así que cuanto mejores sean las almejas, mejor será el resultado.
Ingredientes:
500 grs. de Almejas
Media cebolla
Perejil picado
1/2 Vaso de vino blanco
Pimentón dulce de la Vera
Pan rallado
Aceite de Oliva
Elaboración:
Lo primero que tenemos que hacer es, según lleguemos de comprar las almejas, colocarlas en una fuente honda, un cuenco grande, con agua fría y sal. Las metemos en el frigorífico. A la hora, le cambiamos el agua, para que terminen de limpiarse bien, y las dejamos otro rato más. Normalmente vienen ya filtradas, pero por si quedara algún resto de arenilla, mejor es ponerlas previamente en remojo.
Cortamos la media cebolla finita. Calentamos un par de cucharadas de aceite de oliva, a fuego medio y cuando esté caliente, no demasiado, echamos la cebolla para que se dore.
Cuando ya tenga un poco de color, añadimos las almejas y tapamos para facilitar que se abran.
Cuando estén abiertas, añadir el perejil picado y el vino blanco. Dejar cocinar hasta que se haya evaporado el vino (unos 10 minutos), añadir una cucharadita de pimentón dulce de la Vera y otra de pan rallado para espesar (si prefieres que esté más espeso, añade más) y cocina otros 5 minutos.
Y ¡listas para disfrutar!.
Lo ideal es usar para cocinarlas vino Ribeiro o Albariño. La última vez que las hice usé Manzanilla que trajimos de San Lucar de Barrameda y estaban... ni os cuento :).
Como en todos los casos, la matería prima es muy importante, pero aquí, si cabe, más. Así que cuanto mejores sean las almejas, mejor será el resultado.
Ingredientes:
500 grs. de Almejas
Media cebolla
Perejil picado
1/2 Vaso de vino blanco
Pimentón dulce de la Vera
Pan rallado
Aceite de Oliva
Elaboración:
Lo primero que tenemos que hacer es, según lleguemos de comprar las almejas, colocarlas en una fuente honda, un cuenco grande, con agua fría y sal. Las metemos en el frigorífico. A la hora, le cambiamos el agua, para que terminen de limpiarse bien, y las dejamos otro rato más. Normalmente vienen ya filtradas, pero por si quedara algún resto de arenilla, mejor es ponerlas previamente en remojo.
Cortamos la media cebolla finita. Calentamos un par de cucharadas de aceite de oliva, a fuego medio y cuando esté caliente, no demasiado, echamos la cebolla para que se dore.
Cuando ya tenga un poco de color, añadimos las almejas y tapamos para facilitar que se abran.
Cuando estén abiertas, añadir el perejil picado y el vino blanco. Dejar cocinar hasta que se haya evaporado el vino (unos 10 minutos), añadir una cucharadita de pimentón dulce de la Vera y otra de pan rallado para espesar (si prefieres que esté más espeso, añade más) y cocina otros 5 minutos.
Y ¡listas para disfrutar!.
Lo ideal es usar para cocinarlas vino Ribeiro o Albariño. La última vez que las hice usé Manzanilla que trajimos de San Lucar de Barrameda y estaban... ni os cuento :).
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